sábado, 7 de diciembre de 2013

Aforismos Rafael Sánchez Ferlosio

 Rafael Sánchez Ferlosio, es un autor famoso sobre todo por su obra El Jarama. Tras esta publicación, Sánchez Ferlosio renunció a la novela y se dedicó al ensayismo y a los aforismos.A continuación recogeré algunos de sus aforismos:

Lo más sospechoso de las soluciones es que se las encuentra siempre que se quiere. Las soluciones demasiado fáciles pueden ser erroneas, no te fíes de ellas. 

“Casi” y “algo”, nombres de dos cadáveres que yacen al fondo del barranco. Son palabras que no tienen importancia y que no se tienen ni en cuenta.


El que quiera mandar guarde al menos el último respeto hacia el que ha de obedecer: absténgase de darle explicaciones. Ciertas explicaciones, si uno no sabe aceptarlas, tiene una falta de respeto.


La voz más pobre se hace siempre la más autoritaria: no consiguiendo ya ser entendida, tiene que resignarse a no ser más que obedecida. Si no se nos entiende cuando se habla, nos tenemos que conformar con que se nos obedezca. Critica, por lo tanto, la obediencia sin entendimiento.


El presente se pone en manos del futuro lo mismo que una viuda ignorante y confiada se pone en manos de un astuto y deshonesto agente de seguros. No te fíes del futuro ya que no sabes si va a ser bueno o malo.

Música, vas demasiado aprisa, demasiado segura, demasiado alegre para que yo te entienda. Con este aforismo se distancia de la música, que a él no le gusta.

Difícil, quizá imposible, quitar toda la afectación al sentimiento. Pero eso no dice nada en contra de él. Es difícil que el sentimiento sea natural, pero no lo critica. 


(Equívoco promocional) Se oponen como muy arrogantes usando el plural, porque piensan que Nosotros tiene la ejemplaridad de no ser personal sino solidario, pero Nosotros es tan persona como Yo, y, si cabe, muchísimo peor persona. Personifica los pronombres y dice que es peor de ese “nosotros” empiezan solo por una persona.


(Españoleces) “A rajatabla”, “a machamartillo”, “verdades como puños”. Con un título despectivo, hace un aforismo en el que usa frases hechas, criticando la brusquedad, la terquedad de los españoles. 

(Bohemia.) La infracción de la cotidianeidad está abocada también a transformarse de acto en actitud, degenerando, antes de herir su objeto, en modelo, en mimesis, en cultura y nuevamente, por tanto, en cotidianeidad.  La ruptura de la norma acaba creando una nueva norma.

Aforismos Lola Beccaria

Es un texto de Lola Beccaria que, bajo la forma de una carta de amor, encontramos una reflexión sobre el tiempo que,  según la autora,  se ha  inventado para los que no aman. Predominan la anáfora y las frases largas que repiten la misma estructura (y así fue como asistía  al verdad, fue así como me di cuenta de que en realidad las horas de la pena son más largas que las de la felicidad). La mujer que habla en el texto es una mujer inmortal, lleva siglos amando y tiene una relación especial con los relojes.
Bajo una aparente carta de amor, se narra la historia del reloj en sus diferentes etapas. Una primera etapa sería el reloj de sol, aquel que funcionaba con la luz del sol, inventado en Egipto. Medía el tiempo de acuerdo a la escala solar. La segunda etapa sería la de los relojes medievales de pesas, mecánicos, que aparecen en lo alto de los campanarios. De este tipo de relojes derivan los automáticos, como el del ayuntamiento de Praga, el de Berna o el de la plaza de San Marcos en Venecia. La tercera etapa sería la de los relojes de péndulo en el Barroco. La cuarta etapa corresponde con el reloj de bolsillo en el siglo XVII. En la quinta etapa encontramos los relojes de cuerda automática en el siglo XVIII. Como última etapa tenemos el Big Ben. Estamos, por lo tanto, ante una historia simplificada y ficticia de la evolución de los relojes, llena de lenguaje literario. En este texto hay un predominio del aforismo, una oración que pretende dar una explicación de manera concisa y cerrada.

Lola Beccaria
Algunos aforismos que encontramos en el texto Lola Beccaria son los siguientes:

Para los amantes, el tiempo es siempre azul.
El tiempo nació del desamor, y los relojes son hijos de la pasión desatendida.
Las horas de la pena son más largas que las horas de la felicidad.
Cada tictac del reloj es un acorde de tensión amorosa no resuelta.
Solo los amantes cuentan el tiempo y toman como punto de referencia al amado.
Para los amantes el tiempo que no están juntos es tiempo desperdiciado.
El reloj se inventó para contar las horas del desamor.
De nada sirve un reloj de sol en la noche perpetua del amante desdeñado.
El desamor es ambicioso incluso para su propio daño.
Para el amante, el amado es el universo entero, el único planeta a partir del cual gira.
El reloj de péndulo, en el idioma secreto de los amantes, es el símbolo de la duda, el homenaje de la ingeniería a la indecisión de los amantes.

El movimiento pendular, tictac, tictac, es la perfecta expresión, desesperada, de la incertidumbre de amar.

Refranes, greguerías y microrrelatos.

Refranes: son tradicionales y populares. Podrían definirse como textos anónimos que se transmiten de boca en boca pero no son de ningún autor. Utilizan la rima como los esloganes y reflejan sabiduría arcaica.

  • En abril aguas mil.
  • Vísteme despacio que tengo prisa.
  • A la tercera va la vencida.
  • No hay dos sin tres.
  • Perro ladrador poco mordedor.
  • Aunque la mona se vista de seda, mona se queda.
  • Al que madruga dios le ayuda.


Greguerías: aunque tienen antecedentes son un invento del escritor español  Ramón Gomez de la Serna que inventó las greguerías a principios del S.XX. También las definió como una mezcla entre metáfora y humor, las greguerías colindan con el chiste. Definen el mundo como lo vería un niño y dicen cosas que tiene que ver con el chiste:

  • La letra be es la nodriza del abecedario
  • El jamón es el pez más difícil de pescar en el agua.


Microrrelatos: son textos breves pero narrativos, cuentan una historia. Los anteriores son géneros ensayísticos, estos son cuentos mínimos. Se distinguen de los demás porque cuentan una historia con personajes, pero siempre es muy breve. En su origen eran textos sapienciales que reflejaban conceptos de sabiduría, una concepción de la vida. Por ejemplo:

                                        Cuando se despertó, el dinosaurio todavía seguía allí.